Frasco multiusos que sirve para guardar soluciones que se descomponen por efecto de la luz.
Por ejemplo, los frascos ámbar impiden el paso de una gran cantidad de luz a los aceites esenciales, lo que ayuda a que estas esencias no se degraden con mucha rapidez. De hecho lo ideal guardarlos en lugares frescos y obscuros ya que el calor también provoca su descomposición.